La dinámica familiar es la manera en la que los miembros se comunican y actúan, los hábitos y costumbres que tienen, rutinas, entre otros. Ésta va a verse influenciada según las características que tenga cada persona, así como los roles que se hayan establecido a lo largo del tiempo.
Cabe mencionar que esta dinámica puede ir cambiando según la etapa del ciclo vital en la que se encuentre cada familia o los acontecimientos que vayan sucediendo con el paso del tiempo. Aunado a esto, la dinámica de una familia donde algún miembro tiene alguna discapacidad, suele ser distinta a cuando no existe tal, y no necesariamente distinta de manera negativa.
Este artículo se va a centrar específicamente en cuando alguno de los hijos (o varios) presenta alguna discapacidad para que ustedes, como padres, puedan tener más información sobre cómo mejorar la dinámica familiar y sobrellevar la situación.
Se ha visto, en diferentes investigaciones que, las personas que tienen alguna discapacidad, en ocasiones suelen ser víctimas de violencia, sobre todo por parte de los familiares, así como también por personas ajenas a la familia. Weir (2017) encontró que los niños que tienen alguna discapacidad son 3.7 veces más propensos a sufrir algún tipo de violencia que los niños que no tienen ninguna.
Debido a lo anterior, es importante hablar sobre este tema y, sobre todo, comenzar a implementar cambios dentro de la familia para que, de esta manera, los hijos crezcan en un ambiente favorable según sus características personales y también aprendan a no ponerse en situaciones de vulnerabilidad.
El comienzo
En cuanto los padres tienen la noticia acerca de la discapacidad de su hijo, es posible que existan distintas reacciones emocionales o incluso se combinen. Dentro de éstas se encuentra: el enojo, la tristeza, frustración, ansiedad por la incertidumbre, preocupación acerca del futuro y en ocasiones, erróneamente pueden llegar a sentir culpa. Lo importante es que se puedan manejar dichas emociones ya que hasta cierto punto pueden ser normales y esperadas, sin embargo, lo ideal es que lleguen a la aceptación. Para esto es necesario que los padres se informen sobre la discapacidad de su hijo, acudiendo con especialistas en el tema, ya que al estar informados es más fácil entender y manejar la situación.
Recomendaciones:
Es importante reconocerles a sus hijos las cualidades y capacidades que tienen, así como los logros que han conseguido.
Evitar etiquetar a sus hijos de alguna manera que esté relacionada con su discapacidad ya que antes que todo, son seres humanos.
Mantener la calma y tener paciencia en situaciones difíciles o inesperadas.
Hablar con los demás hijos sobre la discapacidad para evitar problemas entre hermanos. Esto debe ser acorde a la edad de los niños.
Prestar atención a las emociones de tu hijo, así como hacerlas válidas y tratar de entenderlo.
Realizar actividades donde su hijo pueda incluirse con otras personas y le ayude a desarrollar nuevas habilidades.
Recibir apoyo de un profesional de la salud para que los guíe y acompañe durante la situación por la que pasan y de esta manera la sobrelleven mejor.
Tener presente que sean cuales sean las capacidades de tu hijo, lo aceptas y lo quieres tal y como es.
Tomar las dificultades como un reto y no como un obstáculo.
Hablar con tus hijos acerca de la auto protección en un nivel de lenguaje que ellos entiendan con el objetivo de que aprendan a evitar situaciones que amenacen su integridad tanto física como psicológica.
Evitar pensar que debido a su discapacidad no es capaz de realizar ninguna actividad (También es válido encontrar distintas maneras de que tu hijo haga las cosas).
Relacionado con lo anterior, es importante tener claros cuáles son los límites de la discapacidad de tu hijo, es decir centrarse en la realidad y no irse a los extremos.
Asimismo, es importante que, así como son padres, tampoco se olviden de ser pareja y ver por sus propias necesidades.