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Foto del escritorDoctor Sonrisas

Ser voluntario requiere vencer tus propios miedos


Para mí, Dr. Sonrisas dejó un gran impacto desde mi primer visita como voluntaria. Aún recuerdo el miedo, emoción y muchos sentimientos más combinados. No sabía a lo que me enfrentaría, si lograría formar un buen vínculo con los niños o con otros voluntarios, por supuesto ese miedo desapareció al instante que vi la sonrisa de nuestros niños.


Pertenecer a Dr. Sonrisas significa ser parte de una segunda familia, donde todos se apoyan con un solo fin: alegrarle el día a nuestros pequeños angelitos y sin importar los problemas que tú puedas tener en ese momento, simple y sencillamente los olvidas porque ellos hacen que tu cuerpo se llene de energía, que disfrutes cada día como el último y sobre todo siempre sonreír sin importar cuál es el problema.

Cada uno de los niños con los que yo he tenido la oportunidad de convivir con ellos me han dejado una enseñanza y ya forman parte de mi vida, de una u otra forma.



No acabaría si les contara todas las experiencias que he tenido, desde aquella Estrella dorada que me regalaron hace ya un par de años y que pongo cada Navidad en mi árbol para recordar y mantener esa promesa de siempre recordarlo sonriente o en aquella fiesta donde vencí mi miedo por esa mega resbaladiza (porque sí, no es fácil ser voluntario, requiere de vencer tus propios miedos para conseguir una sonrisa).

Al igual que aquella actividad en Peña Pobre donde con cosas muy básicas desde costales (mamis perdónenme si sus hijos terminaron llenos de azúcar glass, les aseguro que nos divertimos), o globos con agua donde las reglas pasaron de no tirar el globo a quien rompa mas globos gana, también recuerdo aquellos XV años donde tuve la fortuna de conocer a una nena preciosa, donde no le importaba lo cansada que se sentía, ella bailó y disfrutó al máximo ese momento, o de aquella visita donde compartimos algo en común, ese pequeñín que me hace sonreír cada que lo veo, así es era nuestra primera vez en conocer Granjas las Américas y no nos importó su corta edad. Yo sé que él y su mamá disfrutaron mucho esa visita, y por supuesto no podría olvidar aquel concierto de Ricardo donde nos la pasamos cantando juntas y muchas cosas más.

Así podrías vivir si tú quieres ser voluntario de Dr. sonrisas. Agradezco a Dr. Sonrisas por esta gran oportunidad.

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