Sentarme a escribir esto es un momento para reflexionar qué estoy haciendo en esta etapa, en esta nueva forma de vida y cómo quiero vivirla.
He pensando en que hay varios tipos de personas en este proceso, las que se quejan de todo, lo que no tiene, lo que le sobra, lo difícil que es esto; las que aparentan estar perfectos y que nada les afecta, y las personas que ahora han encontrado un momento para estar con ellos mismos, que ya no se preocupan tanto por las apariencias, que han encontrado un amigo dentro de su propia casa o se reencontraron con sus hijos, con sus parejas, con su familia o con amigos que no habían hablado hace mucho tiempo. ¿Tu cómo pasas tu tiempo esta cuarentena?
¿Cuándo habías tenido tanto tiempo para estar contigo? Para estar con las personas con quienes vives o para simplemente reencontrarte frente al espejo, de disfrutar la ropa que te gusta, con la que te sientes realmente cómodo o cómoda. De no “tener” que arreglarte, sino hacerlo por gusto o simplemente de poder hacer lo que necesitas. Alguna vez dijiste “que flojera ir a trabajar o tener que ir a un lugar” o el clásico “no tengo tiempo, lo tendré que hacer luego”. En estos momentos, no tenemos tantos pretextos para no hacer “lo que queremos”, hoy puedes empezar a valorar las cosas que antes dabas por hecho, emprezar a actuar.
Hoy tienes tiempo de estar contigo, de conocer tus sueños, de buscar, pensar, recapacitar, reflexionar qué es lo que tú quieres en tu vida, cómo la quieres vivir, cómo te quieres sentir, qué personas son positivas para ti o quién te ayuda, con quienes puedes platicar, desahogarte o simplemente escucharlas.
Si te preguntaran “¿qué es lo que más valoras de esta cuarentena?”, cuál sería tu respuesta. ¿Lo habías pensado? Qué son esas cosas que te hacen ser feliz, porque todos estamos todo el tiempo buscando la felicidad, como si fuera un estado permanente o una meta que se puede alcanzar y finalizar, pero vivimos pensando en mañana, sin disfrutar el ahora.
Porqué nos cuesta tanto disfrutar la situación en la que estamos, al parecer lo difícil para nosotros es estar bien con nosotros mismos, nos cuesta no salir, no interactuar, porque cuando estamos con tantas cosas, tantas presiones, lo que menos hacemos es tener contacto con uno mismo.
El objetivo de esta reflexión no es sólo agradecer, el punto es realmente ver cómo nos comportamos en una situación en la que somos nuevos, que no tenemos experiencia y nadie nos había enseñado a vivirla. Recuerda que hoy, tienes la oportunidad de ser diferente, de aceptarte, de estar con tus hijos, pareja, familia o contigo mismo y poder cambiar positivamente esa percepción que tenemos de las cosas y de la vida cotidiana.
No tienes que volver a la rutina siendo más grande, más fuerte, más leído, más culto, sólo lograr seguir siendo más tú, con esa capacidad de adaptarte, de estar y crecer, de intentar ser mejores, pues esta oportunidad que nos da la vida de reencontrarnos ojalá que no sea en vano.
Escrito por: Alejandra Badillo
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