En algunos hospitales, cuando los niños terminan su tratamiento sucede algo muy especial… los niños tocan la campana en señal de que vencieron la batalla contra el cáncer, creemos que este momento es algo mágico y por eso queremos compartir contigo algunas de las experiencias de los niños que forman parte de Dr. Sonrisas y sus familias.
“Cuando tocó la campana dice que sentía que se le salida el corazón, fue una emoción muy fuerte, lo anhelé por más de 6 años” – Damaris
“Para mí como mamá, que mi hija haya tocado la campana representa victoria, triunfo, esfuerzo, orgullo… no hay palabras para describir esa sensación tan grande que sientes que el corazón se te sale del pecho, saber que hemos logrado tanto. Damos gracias a Dios por un día más” – Angélica
“Esa felicidad de verdad es enorme, no hay palabras para describirla” – Allison
“Es algo tan magnífico que es indescriptible… sentimientos de emoción, felicidad, tranquilidad, que son capaces de llevarte hasta las lágrimas” - Vero
“Cuando nos dieron la noticia fue una sensación inexplicable, llena de emociones y unas ganas de llorar de felicidad y dar gracias a Dios por una batalla ganada y por tener a mi gran guerrero” – Maribel
“Verla tocar la campana supera cualquier emoción de alegría que haya sentido antes, en mi caso incluso supera la alegría de su nacimiento, es como literalmente ganar una guerra, es volver a la vida” – Erika
“Fue algo maravilloso, se me salen las lágrimas de la felicidad de que si se pudo” – Merek
Y como cada vez que me toca juntar fragmentos de sus historias, quiero decirles que los admiramos, que sus niños son súper héroes, igual que toda la familia que se une para hacer una red de apoyo, para sostenerlos y acompañarlos todo el camino, GRACIAS, por compartir sus historias con nosotros, por abrir su corazón y enseñarnos que la vida está llena de cosas mágica e increíbles, gracias por ser nuestra inspiración y el motor de Dr. Sonrisas.
Y para los que continúan en esta batalla, sepan que no están solos, que estamos para acompañarlos siempre y como dice la mamá de Luis Enrique “hay momentos en los que todo se pone oscuro, pero la sonrisa de un hijo lo ilumina todo. Nunca pierdas la fe en que todo estará bien, la vida de tus hijos lo vale todo, no hay imposibles para Dios, ten paciencia”.